Desmond Miles
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Desmond Miles (nacido en 1987) era un viajante ermitaño y descendiente de una larga línea de ancestros quienes juraron su lealtad a la Orden de los Asesinos. En Septiembre de 2012, él fue secuestrado y encarcelado en Industrias Abstergo, una organización Templaria, y forzado a estar en una máquina llamada Animus para revivir los recuerdos de su ancestro, Altaïr Ibn-La’Ahad, durante la Tercera Cruzada, con el fin de encontrar la localización de “El Fruto”, una de las Piezas del Edén.
Eventualmente escapa con la ayuda de Lucy Stillman, y Desmond una vez más utiliza un Animus para explorar los recuerdos de otro de sus ancestros, Ezio Auditore de Firenze, para aprender los modos de los Asesinos a través del “efecto sangrado”. |
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-Biografía- |
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Desmond Miles nació en un “escondite” Asesino en el desierto conocido como “La Granja”, un complejo con una población de cerca de treinta personas, muy parecida a la ciudad de Masyaf. A pesar de que estaba destinado a ser entrenado como un Asesino, él estaba frustrado por las instrucciones explícitas de sus padres de que no abandone el complejo, y creía que estaban demasiado preocupados y paranoicos. En su décimo sexto cumpleaños, finalmente huyó, esperando “ver el resto del mundo”. Él luego le dijo a Lucy Stillman que no tuvo remordimiento respecto a dejar a sus padres, porque en lo que a él respecta, eran poco más que sus guardianes con “La Granja” como su prisión. Luego de dejar el complejo de los Asesinos, se escondió por nueve años. Mientras se mantenía con un perfil bajo, eventualmente se convirtió en bartender. Consciente de los Templarios, y esperando evitar tanto a ellos como a los Asesinos, Desmond nunca usó su nombre real y utilizó solamente dinero en efectivo para comprar cosas. Sin embrago, eventualmente fue hallado, rastreado a través de una huella digital necesaria para una licencia de una motocicleta, y fue secuestrado para ser llevado al laboratorio Abstergo en Italia.
En Septiembre de 2012, Desmond Miles fue secuestrado por Industrias Abstergo, una compañía farmacéutica y una fachada para los Templarios, para utilizarlo como sujeto de prueba en el Animus, un dispositivo que puede leer los recuerdos de los ancestros de Desmond a través de la “memoria genética” dejada en el ADN de sus descendientes. Al principio, Warren Vidic intentó conseguir la información que quería de la mente de Desmond, pero se encontró con el fracaso. Mientras Desmond afirmaba no ser más que un bartender, Vidic le reveló que conocían su historia como Asesino, forzando finalmente a Desmond a admitir su vida pasada. Vidic y Lucy le dijeron a Desmond que estaban tratando de acceder a cierto recuerdo, pero el subconsciente de Desmond se resistía a sus esfuerzos. Vidic advirtió a Desmond que si se rehusaba a ayudarlos, le induciría un coma, continuaría su trabajo y lo dejaría morir cuando su trabajo hubiera finalizado. Sin muchas opciones Desmond acepta ayudarlos.
Desmond fue encargado para explorar las memorias genéticas de su ancestro Altaïr, un miembro activo del Credo de los Asesinos en la época de la Tercer Cruzada. Así lo hizo durante varios días bajo la supervisión de Vidic, pero durante las noches, se le dio un código a Desmond que le permitió abrir la puerta de su cuarto y explorar el laboratorio en el cuál estaba cautivo, accediendo a la computadora del Animus y (luego de robar la lapicera de Vidic) obteniendo acceso a su computadora personal. A través de e-mails, Desmond aprendió mucho sobre Abstergo, así como del sujeto que lo precedió en el Animus, el Sujeto 16, quien sufrió de un “efecto sangrado” debido a la prolongada exposición al Animus, Eventualmente, con la ayuda de Lucy, los Asesinos se enteraron de la captura de Desmond e intentaron liberarlo, con el tiroteo de su asalto siendo escuchado a través de un dispositivo intercomunicador. Luego del intento fallido de rescate, Vidic se jactó de que esos Asesinos eran, de hecho, los últimos del grupo del que se escapó Desmond, y que su escondite en el desierto había sido previamente destruido. Sin embargo cuando Vidic se fue, Lucy aseguró que sus padres “probablemente escaparon”. Durante esta discusión, Lucy se reveló a si misma como un miembro encubierto de los Asesinos.
Desmond eventualmente logró el objetivo de Vidic y descubrió la ubicación de numerosas Piezas del Edén. Luego los ejecutivos de Industrias Abstergo ordenaron su ejecución, pero su vida fue salvada por la intervención de Lucy, ya que pidió conservar a Desmond vivo para volver a acceder a sus recuerdos si era necesario. Luego de que los ejecutivos se marcharon, Desmond se dio cuenta que era capaz de usar la “Visión de Águila” (“Eagle Vision”), una habilidad que compartía con sus ancestros Asesinos y que obtuvo a través del efecto sangrado. Utilizándolo por primera vez vio hacia quién eran las verdaderas lealtades de Vidic y Lucy, así como una cantidad incontable de mensajes y puzzles garabateados en el piso del laboratorio principal y en las paredes del cuarto en el cual estaba durmiendo.
Luego de que Desmond pasara algún tiempo solo en el laboratorio, Lucy llegó de repente, cubierta en sangre y pidiéndole a Desmond que se metiera en el Animus antes de que Abstergo descubriera lo que ella había hecho. Desmond, bastante confundido, accedió y se las arregló para sincronizar con la compatibilidad genética más cercana entre él y el Sujeto 16 que estaba grabada en el núcleo de memoria del Animus. Dentro del Animus, él experimentó el nacimiento de otro de sus ancestros, Ezio Auditore. Él fue sacado abruptamente, para que él y Lucy pudieran ambos escapar.
Ambos fueron rápidamente descubiertos por la seguridad de Abstergo, sin embargo Lucy fue capaz de reaccionar suficientemente rápido para cerrar una puerta y evitar que los guardias llegaran a ellos. Desafortunadamente, se vieron forzados a enfrentarse con dos más del personal de seguridad con los que Lucy lidió inmediatamente, asombrando a Desmond, permitiéndoles continuar sin ser detectados. Pronto ambos entraron en un ascensor transparente que los llevó hacia abajo, a un gran salón abierto, con bloques de oficinas alojando un gran número de máquinas Animus. Siguiendo a Lucy a través de los pasillos con forma de laberinto entre los Animus, para evitar las patrullas de los guardias, lograron hacerse camino hacia el fondo del cuarto. Lucy intentó ingresar un código en la puerta que se encontraba cerrada de otro elevador pero fue rechazado, lo que llevó a Desmond a utilizar su instinto recientemente adquirido de la visión de águila. Observando los botones necesarios para el código, Desmond logró abrir la puerta en su tercer intento. Una vez en el estacionamiento que se encontraba debajo del edificio, los dos fueron frenados por más guardias de Abstergo, pero fueron capaces de derrotarlos y escapar. Cuando llegaron a uno de los escondites Asesinos, le fueron presentados a Desmond dos Asesinos más – Shaun Hastings y Rebecca Crane – quienes previamente trabajaron con Lucy. Lucy le dijo a Desmond que ellos querían que él se entrenara como un Asesino, lo cuál podía ser logrado en cuestión de días gracias al efecto sangrado. Hacerlo requería que él aprendiera a través del ancestro con el que sincronizó con el Sujeto 16, Ezio Auditore. Desmond accedió a ayudar casi inmediatamente, lo que sorprendió a Lucy. Fue conectado rápidamente en el Animus 2.0, y comenzó a revivir los recuerdos de Ezio.
Luego de aprender las habilidades de un Asesino a través de los recuerdos de Ezio, Desmond fue retirado del Animus, en parte para testear su retención de los recuerdos, pero también para prevenir de la degradación mental que el Sujeto 16 sufrió por estar un periodo extendido en el Animus.
Se le dio la tarea de iniciar los protocolos de seguridad en el escondite. Lucy dejó que Desmond descubriera cómo alcanzarlos a través del uso de su visión de águila y de sus nuevas habilidades descubiertas de «free running». Tan pronto como comenzó, empezó a tener alucinaciones vívidas de la época de las Cruzadas. Al principio, las visiones eran cortas, y no eran nada de qué preocuparse, pero luego de completar la tarea, Desmond estuvo incapacitado mientras las visiones se hacían más reales. Llevado a la ciudad medieval de Acre por el efecto sangrado, Desmond una vez más siguió los recuerdos de Altaïr, pero esta vez si utilizar el Animus. A través de esta visión, él descubrió que Altaïr y María Thorpe concibieron un niño, que debió ser el siguiente ancestro de Desmond después de Altaïr. El día siguiente, Desmond se recompuso de su experiencia y retornó al Animus, sin decirles a los Asesinos lo que sucedió. Continuó observando los recuerdos genéticos de Ezio Auditore, a pesar de una vez que fue expulsado por “secuencias de memoria corruptas”. Eventualmente, el equipo aprendió que el Némesis de Ezio, Rodrigo Borgia, se convirtió en el Papa Alejandro VI en 1492 para ganar acceso a otra Pieza del Edén, el Bastón Papal y a la Bóveda. Cuando Ezio entró en esta Bóveda, fue enfrentado por un holograma de una “diosa” que se llamó a si misma Minerva. Minerva advirtió a los Asesinos del fin del mundo, contando la historia de la guerra entre “Aquellos Que Vinieron Antes”, y sus sujetos humanos. Los Asesinos estaban en shock cuando Minerva se dirigió a Desmond por su nombre, confundiendo inclusive a Ezio; y reveló que minerva estaba de hecho hablándole a Desmond a través de Ezio. Unos pocos momentos después Desmond fue sacado rápidamente del Animus, y al ver que los tres Asesinos se apresuraban a recoger sus pertenencias se dio cuenta que los Templarios habían encontrado su localización.
Mientras salía del Animus, Lucy lanzó a Desmond una hoja oculta (hidden blade) con la insignia Asesina en la abrazadera, y le pidió su ayuda para cubrir su escape. Haciéndose camino hacia el interior del depósito, se enfrentaron con Vidic y varios guardias de seguridad de Abstergo, todos con la intención de recuperar a Desmond.
Desmond y Lucy eliminaron a todos los Templarios que los asaltaron, con Desmond – ahora estando totalmente sincronizado con Ezio y así habiendo aprendido todas sus habilidades – magistralmente utilizó su hoja oculta para matar muchos de los guardias él mismo. Con su séquito derrotado, Vidic debió confrontar a Desmond por sí mismo; por lo que optó por la retirada, prometiendo que la victoria de los Asesinos era sólo temporaria. Los cuatro Asesinos huyeron al norte, con Desmond en el Animus dentro de la camioneta para que pudiera continuar con la búsqueda de algo útil a través de las memorias. Mientras tanto los otros Asesinos comenzaron a discutir respecto a la naturaleza de Minerva y su discurso.
Luego de que Abstergo atacara la base en el depósito, los Asesinos viajaron a Monteriggioni, una de las últimas casas Asesinas seguras en Italia. Mientras los Templarios los buscaban activamente, y estaban analizando el entorno utilizando torres de telefonía celular, forzaron a los Asesinos a establecerse bajo tierra, en el Santuario bajo la Villa Auditore. Mientras revisaban las tierras de la Villa Auditore para hallar una entrada al Santuario, Desmond – a través del efecto sangrado – vio una visión de Ezio en el pasado, que lo guió a un borde alto y angosto desde el cual saltó. Desmond inmediatamente lo imitó, llevando a cabo su primer Salto de Fe en una pila de heno. Desmond y Lucy luego lograron ingresar al Santuario, a través de un túnel utilizado por Ezio y los habitantes de la villa de Monteriggioni para escapar luego del ataque. Mientras pasaban a través de los túneles, Desmond vio más visiones las cuales lo preocuparon, haciéndolo preguntarse si eventualmente “comenzaría a pintar símbolos en las paredes”. Lucy luego lo regañó, diciéndole que no bromee respecto a su condición, y le recordó que el Sujeto 16 estaba muerto, y que él necesitaba concentrarse. Cuando los dos llegaron al Santuario, Desmond vio otra visión de Ezio, quien pareció haberlo visitado en una edad avanzada. Antes de abrir la puerta hacia la oficina de Mario Auditore, Desmond observó los números 1419,1420 y 1421 escritos en las paredes, los cuales señaló a los otros Asesinos. Shaun tuvo la teoría de que los números se referían a fechas, sin embargo admitió que debía investigar más. Luego de que el equipo se estableció, Desmond se debió encargar de llevar electricidad al Santuario insertando los dispositivos de Rebecca en cuatro cajas de electricidad ubicadas alrededor de Monteriggioni, que les permitirían acumular pequeñas cantidades de potencia de cada fuente. Luego de eso, continuó con sus sesiones regulares en el Animus.
Características y Personalidad
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1987
primeros años de vida